8.5.06


Fotografía analógica modificada con Photoshop.




La modelo es Laura, alias Mun, que muy amablemente se dispuso a posar con una lámina de cartón pluma alrededor de la cabeza, agujereada por el centro, en medio de Barcelona (concretamente, en el paseo de láminas de madera que rodea al Maremágnum), con lo cual algunos niños guiris aprendieron que, para bien o para mal, Spain is different, and its people as well. Parece un tópico, pero en general tengo comprobado que éstos se cumplen, sobre todo por lo que a un país o a sus habitantes se refiere.

No sé de qué manera llegué a esta pose para ella. El pie adelantado era un requisito fundamental, pero el vestido y su caída fue aportación de la modelo. En cuanto a la repetición de la cara (sé que la superposición al Photoshop no es perfecta técnicamente, pero la función que quería transmitir se entiende y tampoco tengo tiempo últimamente de viciarme en exceso) era una manera de simbolizar la línea del tiempo, y cómo la cámara capta aquello que va seguido, casi igual pero diferente, casi en el mismo lugar pero en otro. El hecho de que Mun se fuera reduciendo y amarilleando tiene también que ver con lo mismo: el tiempo desgasta tu materia (en otra entrada pondré algún día alguna de mis paranoias sobre el tiempo, pero en esta prefiero no ser cansina) a la par que te hace avanzar en el espacio. Un espacio que, en este caso, se despliega en maderas casi irreales, deformadas mediante el poco gran angular que puede alcanzar la machine que tengo yo. Esta especie de geometría deformada me parece que da el toque de misterio que le quería dar al retrato de Laura.

El mencionado desgaste del tiempo, que parece un elemento extraño y atemorizante, está firmemente unido al concepto de Mun como ente vivo, sin duda: chiquita, pero plenamente consciente de que aquello que la rodea es efímero y extraño. En apariencia frágil, pero ahí sigue, firmemente plantada en el suelo, mirando hacia adelante con un punto irónico en la observación de sí misma (y cómo no va mirarse de forma irónica con las miradas censuradoras de los tipos de alrededor). Y ahí sigue, porque no se acaba de desgastar.

¿Que cuál es la moraleja? Todos avanzamos hacia la reducción de nuestras cabezas. ;)